Historia Breve de la Esgrima

La esgrima es un bello deporte en el que contrastan sus antiguos orígenes y la evolución constante de sus equipos y materiales.

Así, la esgrima combina la enseñanza tradicional de las técnicas de las distintas escuelas (francesa, italiana, húngara) con la integración aplicada de diversas disciplinas científicas para optimizar el entrenamiento y el combate mismo, como son la pedagogía, la preparación física especializada, el control mediante estadísticas de efectividad, test y controles de valoración funcional, biomecánica del gesto técnico y otras más que día a día surgen en todas partes del mundo.

La imagen de un enfrentamiento entre mosqueteros, o la de un duelo del siglo XVII, estarán siempre ligadas a la esgrima, aunque la realidad de un club o de una sala de armas actual es verdaderamente distinta.

Las salas de esgrima reúnen ofertas deportivas para todos los gustos, necesidades y edades: iniciación, ocio, competición, rehabilitación. Por ello no es extraño ver en una sala de esgrima un curso de iniciación para adultos en el que el monitor es un joven campeón de México o compartir pista con olímpicos, veteranos y novatos o, sin ser excepcional, realizar nuestro sueño: asaltos entre personas con capacidades diferentes como teníamos en los años 70s. compartiendo horarios y entrenamiento… aunque los primeros compitieran en su silla de ruedas.

La esgrima es una práctica deportiva muy abierta en la que se puede iniciar desde los 6 años y donde el límite de edad lo pone cada persona con su motivación e intereses por este deporte.

La esgrima, además, permite hacer deporte de manera inteligente. Cada esgrimista ha de crear su estrategia de asalto y aplicada, modificando la táctica según la situación. Desde el momento en que un niño o un adulto se incorporan por primera vez a la sala de esgrima, el maestro les enseña los desplazamientos (marchar, romper, fondo…), la técnica (ataques, paradas, fintas…) y los planteamientos del juego que permiten, a quien se inicia, divertirse practicándola. La manera mas adecuada para practicar este deporte es eligiendo un sitio adecuado donde se cuente con el equipo necesario de entrenamiento completo, aparatos electrónicos, target electrónico, brazo mecánico, plastrones ya que es indispensable para el mejor desempeño, rendimiento y aprendizaje. También quien prefiere el deporte de competición  tiene en la esgrima una buena elección ya que existen competencias para todos los niveles y categorías.

ORIGENES DE LA ESGRIMA

Los orígenes de la esgrima se remontan a los primeros tiempos de la humanidad.

El descubrimiento del bronce y del hierro, así como su aplicación en la creación de armas destinadas entre otros menesteres a la guerra, condicionó la necesidad de un aprendizaje en el uso de las mismas. El dominio de las armas era ya conocido en distintas culturas como en la China de hace cuarenta siglos o en el Antiguo Egipto, de donde se conocen imágenes que podrían representar algo parecido a una competición de esgrima en la época de Ramsés (1190 a. de C.). Fue en Grecia donde, en realidad, surgió el bello concepto del arte de la esgrima, al crearse la figura del «Hoplomachus», antecesor de nuestros maestros de esgrima. Roma aportó los primeros conceptos de organización como escuela gracias a la formación, primero de los soldados, instruidos por los «lanista», y posteriormente de los gladiadores, que eran preparados para combatir en el famoso circo romano.

La decadencia del imperio de Roma dio paso a la Edad Media donde se organizaban justas y torneos con armas de gran peso, utilizadas con ambas manos, a diferencia de la ligereza de las cortas espadas de los romanos. La aparición de los caballeros que hacían del combate una forma de vida y de sus espadas verdaderas leyendas, proporcionó al enfrentamiento con armas un carácter, entre mítico y romántico, que ha perdurado a través de los siglos.

En el siglo XVI apareció la «Rapiere», espada de origen español, de hoja larga y fina que, junto a la aparición de las armas de fuego, modificó completamente el uso de las armas sentando las bases de la esgrima moderna.

En esta época aparecieron los primeros manuscritos y tratados de la esgrima, dentro de los cuales destaca la obra de Fiore dei Liberi (1410) y del alemán Talhoffer (1443), pero distintos autores coinciden en que el primer tratado conocido de esgrima fue escrito por el mallorquín Joan Pons en Perpiñan en el año 1474. Estas obras dieron paso a la aparición de grandes escritos de maestros italianos (Manciolino, Marozzo…) y españoles (Diego de Valera, Pedrós de la Torre) principalmente
Francia ha sido uno de los países que más ha contribuido, junto con España e Italia, a la creación del deporte de la esgrima. Su principal aportación fue el florete, creado como arma de laboratorio, más corta, acabada en un botón y de hoja cuadrangular, con la que fue posible mejorar la técnica y desarrollar una escuela propia.

Fue entonces cuando la figura del «Maestro de esgrima» y las distintas escuelas, italiana, francesa y española, impulsaron la esgrima moderna al auge vivido en los siglos XVI al XVIII, que dio paso, junto con el desarrollo del sable en Hungría por maestros italianos, a la aparición, a finales del s.XIX, de la práctica deportiva de la esgrima, celebrándose en 1896 los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna con la esgrima incluida en su programa. La esgrima no ha dejado de evolucionar y a partir de la década de los sesenta la señalización eléctrica de los tocados en espada y florete aportó grandes mejoras en la esgrima deportiva, facilitando el juicio de los tocados y la comprensión de la esgrima para el público.

Este bello deporte-arte evoluciona día a día, ya que al añadirse en 1989 la señalización eléctrica en el sable, se ha conseguido elevar a la esgrima a retos de mayor altura: la esgrima sin cable, «las caretas sin rejilla» «armas con hojas de fibra» y quizá, en un futuro no muy lejano, deje de ser ficción la espada láser del joven Lucke, héroe de «La Guerra de las Galaxias».

Investigación y texto por  Rebeca González Bárcenas

Dirección Esgrima México